lunes, 13 de septiembre de 2010

¿Saben los alumnos leer?

Patricia Nigro afirma en Leer y escribir en la Universidad que los profesores universitarios nos quejamos de que nuestros alumnos no leen comprensivamente, y cita un texto de Brunetti y col. quienes definen el concepto de metaignorancia como no poder distinguir entre entender y no entender, lo que da lugar a una “ilusión de saber”, a creer que se sabe, cuando en verdad no es de ese modo. Afirman además que lo más común, en la universidad, es que se lea solo para el examen y no paulatinamente, durante el tiempo del curso, lo que provoca que los alumnos no tengan tiempo para madurar los textos, para consultar con el profesor o hasta para revisar un diccionario.

Paula Carlino defiende en Leer textos científicos y académicos en la educación superior que los “problemas” de lectura de muchos alumnos, sus dificultades para comprender lo que leen en la universidad no se deben a que carecen de una habilidad o técnica elemental y generalizable, sino que al ingresar a los estudios superiores se ven enfrentados a nuevas culturas escritas, y que es responsabilidad de los docentes el enseñar en nuestras disciplinas los modos específicos sobre cómo encarar los textos, explicitando nuestros códigos de acción cognitiva sobre la bibliografía, y hacer lugar en las clases a la lectura compartida, ayudando a entender lo que los textos callan porque dan por sobreentendido. En Enseñar lectura y escritura ... da pautas para conseguir este objetivo.

Cosas que me gustaría que mis alumnos universitarios tuvieran claras

Esta es una entrada de un blog de un compañero de la Universidad de Extremadura, con algunas interesantes observaciones dirigidas a sus alumnos, que fue versionada posteriormente por otro compañero de la Universidad de Málaga. Algunas de sus observaciones:
  • Que la Universidad no es la prolongación del Instituto: tus técnicas y tus hábitos de trabajo, si los tienes, deben cambiar. Si no, fracasarás.
  • Que la Universidad no puede enseñar solamente habilidades sino preferentemente las bases del conocimiento ... Tenemos la obligación de enseñarte a pensar, a aprender y darte las herramientas para ser un profesional.
  • Que yo, como profesor, doy por sentado que eres adulto y que vienes voluntariamente: no tengo que vigilarte ni llevarte de la mano como haría con un niño de primaria.
  • Que yo, como profesor, no tengo porqué darte apuntes de las asignaturas sino guiarte, explicar y sugerir sobre lo que debes aprender, leer y estudiar.
  • Que aunque te dé esos apuntes, se trata de que los uses como guía, no como texto: puedo exigirte más y, de hecho, lo haré.
  • Que tú, como alumno, debes trabajar, leer y estudiar dentro y fuera de las clases a jornada completa: la universidad es tu trabajo.
  • Que yo, como profesor, no voy a entender fácilmente que tu única curiosidad sea si tal cosa “entra en el examen”.
  • Que yo, como profesor, no voy a entender fácilmente que las tutorías estén vacías hasta una semana antes del examen.